Después de llegar a Osaka ya de noche y darnos un pequeño paseo por la zona oeste de Tenno-ji , que es el barrio donde hemos cogido el hotel, más concretamente al otro lado de la calle donde comienza Shin-sekai, un barrio puramente extraño, mezcla de retro y ciber-punk.
El barrio comienza con la vista de la torre Tsutenkaku , una especie de antena gigantesca futurista venida a menos.
Tsūtenkaku (通天閣, Tsūtenkaku, literalmente «rozando el cielo») es una estructura autoportante de 103 metros de altura situada en el distrito Shinnekai en Osaka, Japón.
Su altura total es 103 m: la principal plataforma de observación se encuentra en una altura de 91 m.
La actual torre es en realidad la segunda estructura que ocupa este lugar. La torre original, siguiendo el modelo de la Torre Eiffel, fue construida en 1912, y fue conectada al adyacente parque de atracciones, Luna Park, por un funicular aéreo. Pronto se convertiría en uno de los lugares más populares de la ciudad, a la que llegaban visitantes de toda la zona.
El gobierno japonés desmanteló la torre en 1943, con la creencia de que serviría como punto de referencia para los bombardeos de los americanos sobre Osaka. El hierro de la torre se fundió y se utilizó para fabricar material de guerra.
Después de la guerra los ciudadanos pidieron que se reconstruyera la torre de nuevo. Fue entonces, cuando una empresa privada, Tsutenkaku Kanko Co Ltd en octubre de 1956, la que abrió al público la segunda generación de la torre.
En el quinto piso de observación de la cubierta está consagrado Billiken, el «Dios de la alegría «o» las cosas como deberían ser. » Billiken, es una popular muñeca americana que llegó a Japón alrededor de 1910, fue consagrada en el Luna Park, cuando se abrió. Cuando el parque se cerró en 1923, la estatua de madera de Billiken desapareció. Como parte de un esfuerzo por reactivar la torre, una copia de Billiken se hizo a partir de una vieja fotografía y se colocó en el interior de la torre en 1979.
La estatua de Billiken se convirtió en un vinculo entre la torre y la buena suerte.
La torre también es famosa por sus luces de neón, que cambian cada pocos años (se apagaron durante la crisis del petróleo de 1974-76). Hitachi ha patrocinado la torre desde 1957, y los diseños suelen mostrar habitualmente anuncios de Hitachi , aunque uno de los lados de la torre es normalmente ocupado por anuncios de servicio público.
El barrio de Shin-sekai significa literalmente en japonés «Nuevo mundo», construido en su momento como un lugar pleno de modernidad hoy es realmente curioso e intrigante incluso.
Nosotros llegamos de noche, pasando a través de una especie de centro comercial; el Festival Gate que más bien parece el hogar de los homeless japoneses.
Para los que lleven la Lonely planet, que sepan que no está actualizada la información sobre este barrio, ni sobre el festival Gate, ya que después de las 5 este lugar está absolutamente desierto, todo cerrado, ni una sola persona en todo el complejo, ah! y la montaña rusa no funciona (no al menos en mayo del 2007), el ambiente retro-cutre y postapocalíptico de la zona te lleva por una especie de túneles hacia el Spa World, (una especie de balneario gigante, un poco caro y de ambiente séptico en mitad del «nuevo mundo». Bajando unas escaleras entras ya en Shin Sekai.
Esta zona de noche huele a fritanga, a bares de comida barata. Lo típico, Izakayas, bares lúgubres con habituales pasados de sake y cerveza, teatros desvencijados y un montón de alegres borrachos al lado de algunos otros durmientes…
El otro lado de la calle del Festival gate es aún mejor, y ahí es donde estaba nuestro hotel, edificios altos de los años 70, tiendas de ropa de trabajo, algún sitio de comida rápida y bares, muchos bares, subiendo un poco hacia lo que parece más civilizado encuentras más bares y pequeños clubs, y lo más importante, cientos de japoneses borrachos! Fue la primera y última vez que vimos a un japonés orinando en la calle (cosa que sigue sorprendiéndome a día de hoy), hay muchos inmigrantes, algunas prostitutas y un montón de hoteles para trabajadores muy económicos.
No es un barrio para extranjeros o en el que habitualmente haya reservas para estos hoteles, en la calle no es fácil cruzarse con más gaikokujin, de hecho yo no vi ninguno en todos los días que estuvimos allí, puedo decir que en parte esto me alagó dentro del esquema de viaje que teníamos era lo habitual, lugares en los que no hay turistas y hoteles a los que iría un japonés, aunque bueno, dudo que muchos japoneses se alojen aquí si vana Osaka por vacaciones o turismo, es más bien alojamiento barato para trabajadores de fábricas, construcción, etc.
Por cierto que también vimos en esta calle como un Sr. sacaba un conejo a la calle para lavarle el culo….no sé, sin comentarios. La verdad es que entre las risas y el frío que hacia, nuestra búsqueda de una cena caliente y no repleta de aceite de «yo que sé» acabó en el Lawson de turno.
La comida del Lawson merecería una categoría aparte en el blog, ir al Lawson es como el último recurso, porque o llegas tarde y no hay nada abierto, porque no tienes demasiada hambre, porque no te quieres gastar mucha pasta…en fin, cada uno tendrá su opción. Nosotros durante el viaje hemos comido comida del Lawson varias veces, no es tan mala, siempre que elijas bien, hay sandwiches,a mí particularmente me gustaban muchísimo los onigiris, igual que el shusi y algunos bentos están bastante bien.
Como ese día teníamos mucha hambre, nos pillamos un aceitoso bento estilo Osaka…
Bueno, no era tan malo, teniendo en cuenta que las comidas del Lawson van cambiando según la ciudad, en Osaka les va mucho el Tonkatsu y las hamburguesas…pero bueno, realmente hay cosas mejores (y también peores).
Con nuestra bolsita nos fuimos al hotel, pasando por delante de unos hombres subidos de sake que nos decían cosas que no entendimos excepto el «blablablaganjiii».
El hotel en el que nos alojamos se llama Taiyo:
Y como decía está al lado del Shin-sekai…lo bueno, es que tiene una parada de metro de la línea central justo en la puerta y la estación de JR está a pocos metros.Para nosotros era un buen punto de partida tanto para movernos por Osaka de tarde-noche como para venir de Kyoto en JR.
La habitación doble occidental nos salió por 4000Y (Entonces unos 26 € ) la noche, El sitio estaba limpio y tenía todo lo básico,el baño sólo con wc y lavamanos. Para bañarte hay turnos de mujeres y hombres. Los baños del hotel están en la planta baja al lado de la recepción. Son baños tradicionales japoneses con sus duchas bajas, sus cubos y todo eso.
Bueno, y aquí mi primera experiencia de baño compartido en japón, porque en los sitios anteriores como casi no había gente pues usabas el baño para tí sólo como buenamente podías.
Aquí fue toda una experiencia. Yo entré ataviada con mis toallas, mis chanclas y el yukata, pero tras pasar las cortinillas había una zona en la que tenías que dejar todo, menos el champú, bueno, pues con una sonrisa y «allá voy» me dirijo sin nada a la otra puerta y me encuentro con unas señoras mayores y orondas que se quedan pasmadas mirándome mientras no paran de reírse. Como puedo me siento en uno de esos cubos y en cuclillas (las occidentales sabemos que eso es realmente incómodo dada nuestra morfología) pruebo a doblarme como hacen ellas mientras me hecho cubos de agua para lavarme. Ellas siguen mirándome de forma despiadada, fijándose en mi piel, en mis pies (lo que les hace muuuuucha gracia, no se estila lo de usar un 40 allí), comentan cosas, de las que entiendo más bien poco, acabo de enjabonarme y aclararme y al fin puedo meterme en el onsen calentito. Ellas comienzan a mirarme diferente y al final se van (ya ha sido bastante divertido por hoy!), despidiéndose de mí, mientras tratan de aguantarse la risa. Así que allí me quedé yo, algo mosqueada al principio pero al fin relajándome tras su huida»…
Tras la experiencia, salgo en yukata y tengo que subir a nuestra planta en el ascensor, un frío de impresión por el camino.
Y bueno, cenita, programa friki japonés, Mr Domino (jejejejeje) o algo parecido, risas y más risas.
La ventana del hotel da a la cale principal, vacía, con algunos coches que pasan deprisa y llueve muchísimo, la atmósfera está cargada de electricidad y el cielo es de color púrpura. A ratos, parece esto una versión cutre de «lost in translation».
Las almohadas esta noche parecen más de garbanzos que de arroz.
Mañana será otro día, nos iremos a Kyoto. Fin del comunicado a este lado de las palabras de neón.
Os dejo un vídeo muy chulo que he encontrado del barrio, a ver si con imagen pilláis la atmósfera decadente, de belleza y caos a la que me refiero! No creáis que no me gustó, al contrario! muy al contrario!
じゃまたね!!!
Ja, mata ne!!!
(Hasta pronto!)
4 Comments
Información Bitacoras.com…
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Interesante barrio escogisteis jejejeje.
Me gusta mucho la foto de las vistas desde el hotel .
Luna: El barrio era muy interesante (omoshiroii desu!) bien merece unos cuantos paseos!
Victor: Surrealista pero ameno, digno sin duda! Las vistas eran bonitas, toda Osaka es muy Blade Runner! 😉
Jajajajaj Vaya sitio surrealista! Me ha gustado mucho el post de hoy 😀
Y el sitio parece digno de ver… raro, raro pero muy divertido. Y la vista desde el hotel! Sin palabras… Quiero cientos de rascacielos en Gijón ya!!! jajajjja