Hoy vamos con un kanji que me gusta por razones obvias, es el Kanji de «Gato», «Neko».
El kanji es un dibujo que representa una idea, volvamos al Kanji de gato que vemos arriba:
Está compuesto por tres símbolos, el central 田 que significa campo de arroz, el de arriba que significa hierba y el de la izquierda que representa una cola. Imaginen una cola sobresaliendo de la hierba de un campo de arroz (obvio no) es un gato.
Estos gatos errantes se buscan la vida por ellos mismos, pero ciertamente no tienen nada que ver con el gato salvaje japonés (yama-neko). Existen dos especies de gato salvaje en Japón: el Amur yama-neko y el Iriomote yama-neko, y ambos son radicalmente distintos del gato doméstico. El gato doméstico no es nativo de Japón – fue traído de China en algún momento del pasado.
La referencia más antigua del gato doméstico es un dibujo encontrado en una tumba egipcia que data del 1600 a.C. El dibujo ha conducido a la teoría de que los antiguos egipcios ya habían domesticado el gato salvaje libanés.
Se dice que el gato doméstico llegó por primera vez a Japón en el 538 (o 532) d.C. Y es generalmente aceptado que los gatos fueron introducidos en el país al mismo tiempo que el budismo, para proteger los textos sagrados del deterioro producido por los ratones. Los estudios genéticos indican que el gato doméstico probablemente llegó a Japón procedente de India, a través de China. El primer testimonio definitivamente japonés se encontró en un diario que poseía el Emperador Uda (867-931). Su color era negro y a través del diario parece claro que fue traído de China en el año 884.
Una vez que los gatos domésticos fueron comunes en todas partes del país, se les dejó de ver como un animal exótico proveniente del exterior. Japón se mantuvo aislado durante gran parte del periodo Edo (1603-1867) y durante ese tiempo casi todos los gatos nacieron dentro del país. Se produjeron mutaciones, quizás debido a la endogamia y progresivamente fueron apareciendo gatos con cola corta, desde 1700. No pasó mucho tiempo hasta que la gente comenzó a considerar japoneses a los gatos con cola corta y de procedencia extranjera a los de cola larga. En un ensayo, titulado Guzasso, escrito a comienzos de 1800, se puede leer: “Mucha gente en Kioto posee gatos chinos con largas colas, mientras que en Naniwa (Osaka) tienen gatos japoneses con cortas colas”.
El gato japonés, con cola corta, permaneció como una variedad diferente hasta hace bien poco. Tras la Segunda Guerra Mundial, se introdujeron en el país diferentes variedades, incluyendo la siamesa y la americana de cola corta, y el gato de cola corta genéticamente inferior fue desapareciendo. Fue en ese momento cuando una americana se llevó de vuelta a Estados Unidos varios gatos japoneses, criándolos y registrándolos como la variedad “Cola Recortada”. Gracias a ella, el gato japonés continúa existiendo en Estados Unidos. En el mundo felino la globalización también parece haberse hecho un hueco.
◕‿◕
じゃまたね!!!
Ja, mata ne!!!
(Hasta pronto!)
Sara
4 Comments
En cuanto el virus me suelte… esté me lo tengo que aprender 😛
Es muy facilito también, con las pequeñas nemotencias Sa, más aún!
Cúrate pronto!
^_
Pues la explicación que das es infantil total. En realidad la parte de izquierda no tiene nada que ver con la cola sino que es un kanji que representa un animal y concretamente los de 4 patas así que se encuentra en todos los nombre de animales de esta carácteristica, menos el perro claro está.
Si, Takumi, pero trato de hacerlo muy fácil para recordar. Te gustaría más si lo explicase más técnico? ^_^
Gracias por tu puntualización.