Hoy otra de las cosas curiosas que descubrí en Japón, los Karakuri o autómatas japoneses.
Realmente “karakuri”, se puede traducir como “aparatos mecánicos para producir la sorpresa en una persona”, y sin duda lo hacen.
Japón siempre ha estado en la vanguardia de la robótica, y esto comenzó hace mucho tiempo. en el periodo Edo, hace 200-300 años, cuando los primeros artesanos comenzaron a crear autómatas como máquinas de auto-servicio, usando nada más poleas y pesos crearon estas pequeñas «máquinas» capaces de realizar tareas increíbles.
Los Karakuri se construyen tradicionalmente de madera y se distinguen tres tipos:
Las “Butai Karakuri” que suelen usarse en el teatro.
Las “Zashiki Karakuri” más pequeñas y con las que se jugaba en las habitaciones.
Y Las “Dashi Karakuri” que se utilizaban en las festividades religiosas.
Uno de los modelos de estos autómatas o ingenios mecánicos que más me llama la atención es “el servidor de té”. El propietario del este karakuri solía colocar la taza en una pequeña bandeja que sostenía el “robot” y este se movía en línea recta hacia el invitado. Cuando se levantaba la taza de la bandeja nuestro amigo dejaba de avanzar. ¿Sorprendente? Pues aún queda lo mejor.
Después de tomar el té, cuando el invitado volvía a colocar la taza sobre la bandeja del karakuri, este giraba 180º sobre «sus propios pies» y volvía hasta el lugar de origen. Sin duda este “servidor de té” hacía honor al nombre japonés y “sorprendía a las personas”.
Tradicionalmente los Karakuri aparecian en las fiestas religiosas, realizando reconstrucciones de mitos y leyendas tradicionales y entreteniendo al público con sus gestos sofisticados, simbólicos y elegantes.
La tradición de la tecnología Karakuri va más allá de los títeres y la robótica. Esta tecnología invisible se sigue manifestando en la cultura popular y en los muchos a vances en ingenieria robótica, buscando siempre la funcionalidad.
Los Karakuri están muy influenciados por el teatro Noh, el Kabuki y las artes Bunraku y han contribuído directamente a la modernización industrial de Japón.
Durante el periodo Edo de Japón estaba completamente aislado del resto del mundo, durante este periodo se generó un patrimonio cultural único desarrollado al margen de las influencias externas. A pesar de aislamiento, la tecnología occidental se fue adaptando exclusivamente para producir Karakuri Ningyo.
Esencialmente, Karakuri es la materialización de la relación simbiótica entre la tradición oriental y la tecnología occidental en muchos casos.
La historia de los Karakuri Ningyo destaca los enfoques del desarrollo de robots antropomórficos sociables. Son, sin duda, el punto de partida desde el que ha desarrollado el amor de Japón de los robots y la tecnología.
Hoy en día, Hideki Higashino es uno de los pocos artesanos que está decidido a mantener la historia y la tradición de los Karakuri viva.
Os dejo un excelente vídeo filmado y editado por Matthew Allard:
5 Comments
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Interesante el servidor de te. Ya apuntaban maneras!
Es increible!! Nunca había oido hablar de esto pero estoy alucinando 🙂
Aunque las caras de la primera foto dan un poco de yuyu eh! jajajajajaj
Sin duda! Si es que el futuro está en el pasado! ^_^
watashi no arigato